Tu perro se alegra tanto que vuelvas a casa, pero, ¿Qué clase de emociones tiene tu perro?
Una duda corroe a todo dueño primerizo de un perro cuando tiene que separarse de él durante un tiempo: ¿podrá reconocerme cuando vuelva a casa?
Los miedos se disipan en cuantas ves que el perro sale a tu encuentro como lo mejor que le ha pasado en la vida. ¿Pero el perro realmente se emociona?
La vida emocional de un perro es muy parecida a la de un niño de dos o tres años. Tendemos a atribuir a nuestras mascotas emociones propiamente humanas que los perros, no son capaces de experimentar.
Pero si te reconocen.
En la Odisea, Homero relata cómo, cuándo Ulises regresa a casa después de 20 años, el único que lo reconoce es su perro Argos, que fallece poco después.
El profesor emérito de la University of British Columbia y autor del libro The Wisdom of Dogs, explica que “la vida emocional de un perro es muy parecida a la de un niño de dos o tres años”.
Un niño a esta edad, experimenta emociones como amor, gozo, miedo, ira o sorpresa, pero no percibe otras emociones más sociales como vergüenza, culpa u orgullo y, no sabe de dónde vienen éstas. Los perros son parecidos.
Asocian las emociones a diferentes estímulos, la imagen, el sonido y, sobre todo, el olor.
Es por ello que tu presencia despierta estas emociones. Los perros perciben cuando volvió su dueño, pero no está claro que le echen de menos cuando se va, ni que sean conscientes de que ha estado fuera más o menos tiempo.
No se conoce cómo funciona la memoria de los perros, pero los canes tienen memoria, pero es muy específica. La reacción ante la llegada de sus dueños es variada: algunos no cesan de dar vueltas alrededor y otros tratan de alcanzarlos poniéndose a dos patas.
Esta reacción puede repetirse a diario cuando el dueño vuelve de trabajar, pero parece intensificarse cuando su ausencia ha sido más prolongada. ¿Por qué? Es poco probable que un perro pueda diferenciar si has estado fuera una semana, un mes o dos años.
Si nuestros familiares están deseando también vernos, crea una situación de emoción colectiva donde perdemos la perspectiva de lo que es normal o excepcional. Podemos exagerar la reacción que ha tenido el can.
Si él te olvida es por dos razones: que tu perro sea menor de seis meses, las nuevas emociones borran lo que ya sabía de ti; o que el perro sea muy mayor y haya desarrollado lo que se conoce como “disfunción cognitiva canina”, similar al alzhéimer que afecta su memoria.
Si no es por esto cuando vuelvas, te recibirá como te mereces. Para él, sigues formando parte de la familia.
¿Qué te parece?